Viaje a Milán!!


Ya os dije que os debía contaros mi viajecillo a Milán, pues ele, aquí va. Eso sí, en esquema como los apuntes del cole ahora que llega junio (Uis ¿y este momento remember?)

Destrozos hoteleros:


Día 1. Una cama amaga con romperse. Una cama hace crack. Una cama se ha roto. A cambio nos ofrecen mantener nuestra habitación y darnos una individual extra. Dormimos los cuatro juntitos, pero la extra la mantenemos por lo que pueda pasar...
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Día 2. Está claro que la habitación extra se va a quedar inutilizada, XD así que la cosa acaba con 3 camas, un colchón en el suelo y el del hotel sin comprender porqué nos ha poseído el espíritu de la fiesta del pijama.
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El siguiente destrozo es típico de los hoteles, nunca he entendido porqué en las casas nunca se sale el agua y los baños de los hoteles tienen tendencia a convertirse en Titanic...
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Mientras me fumo un piti en el jardín, Sandra se siente como Rose en esta peli y decide inundar el baño. Bien, ni me acuerdo como se dice fregona en italiano, ni pienso abandonar mi momento relax. Edu coge las riendas, eso sí, de fregona na de na. Un par de bayetas y el suelo como la patena.
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Alimentación Italiana:
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Conseguimos comer pasta, aunque como dieta básica de este viaje sin recursos nos centramos en la alimentación más sana del mundo: McDonalds. Tiene delito, por no decir que tiene coj*** la cosa.
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Eso sí, la pizza también la catamos, pecado que no recordara hasta que me trajeron el plato que acciughe son anchoas.

.De mapas y pérdidas. Perdernos y el fútbol han ido de la mano todo el viaje...

.Pérdida 1. Para encontrar el San Siro cogimos un metro, un autobús y andamos más de una hora, todo para descubrir que finalmente, el estadio estaba al lado de casa. Milán es redondo.

Pérdida 2. El inter gana la final, los psicofutboleros, bengala en mano, invaden las calles. Nosotros nos ponemos a salvo en una zona de canales (Navigli), llega la hora de volver a casa...sin mapa. Tan fácil como desandar lo andado, a no ser que te pierdas, a no ser que acabes en la zona álgida en la que los hinchas llevan tres horas alcoholizándose, a no ser que no pasen taxis y no encuentres el camino, a no ser que estés a punto de llorar ante los carabinieri para que te lleven a casa, puede que riéndote de la situación o a punto de tirarte de los pelos, hasta que....
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Una calle solitaria, mis ojos divisan un taxi que a la velocidad del rayo amenaza con pasarnos de largo, sacudo mi azúcar y me lanzo a la carretera cuan loca, como en una peli rodada en New York en el momento en el que los protas tienen solo cinco minutos para reencontrarse o se jode el invento.
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Me dejo en el tintero el día que pasamos en Verona, pero lo hago a posta, que intuyo que me está dando por prepararos un especial "ritos amorosos de solteras desesperadas" XD

Celina dijo...

que lo cuente...que lo cuente¡¡¡¡
besotes

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