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Pero que le vamos a hacer, si me invitan a ir al restaurante Olsen (diseño escandinavo moderno super Zen), a conocer Pure, lo último de DKNY ¡pues habrá que ir! y no solo a oler y disfrutar, al final os cuento la anécdota de la jornada, pero empecemos:
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El ingrediente principal es una gota de vainilla en agua, con un acorde de pétalos de flor de Bulgaria, jazmín transparente, fresia, orquídea y una nota final de ámbar blanco, madera de sándalo y la vainilla.
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Podría parecer con tanta mezcla florar y la vainilla que es empalagoso, sin embargo a mí me huele a limpito, a fresco, a tranquilo...
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Evidentemente el olor de entrada es más fuerte, pero el que se queda en la piel después de unos minutos es de esos que hacen que te huelas una y otra vez la muñeca (Me olería el cuello pero todavía estoy trabajando mis dotes de contorsionista)
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Como describir olores es muy complicado solo os digo que mis amigos amagaron con darme algún bocadito cuando les pregunté que les parecía, así que debe oler bien.
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Por lo tanto la posibilidad de convertirla en mi aroma nocturno de fin de semana es más que amplia, ya se sabe que en el amor y en la guerra todo vale.
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Además hay dos cosas que rodean a la fragancia que me gustan bastante:
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Una es que la modelo Angela Lindvall posó con su marido y con su hijo, en vez de usar otros modelos para las fotos de la campaña y hace que sea más tierno y más real.
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Y otra, es la cara humanitaria de la producción. La vainilla utilizada está cultivada en Uganda, en su mayoría por mujeres. Pure DKNY se ha unido con la organización humanitaria CARE en un intento de que la comunidad prospere, luchando contra la pobreza global a través de la producción y no de la caridad.
.Donna Karan siempre consigue hacer cosas que mezclen la sencillez con la sofisticación, eso me gusta.
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Y hasta aquí la fragancia... ahora la anécdota:
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Va la Rosquillita, lara la larita, hacia la puerta una vez terminado el evento. Me despido, doy las gracias por los canapés, el trato, el obsequio y me dirijo más feliz que un regaliz a la calle.
Claro que lo que no había visto era que entre el exterior y mi persona había una puerta de cristal reluciente, limpita como los chorros de loro.
El resto está claro...Un, dos, tres..¡¡plash!!! choque frontal, así, ¡sin anestesia ni nada!
Y sí, la puerta tenía una pegatina para que los clientes vean que está cerrada. Sí, sí, muy hábiles, la única pega es que si mido metro y medio, por razones obvias nunca llegaré a verla si lo pones por encima de mi cabeza.
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Pero con tortazo incluido, ¡el día valió la pena!
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Thanks por las fotillos a DKNY y a @soylua
Hola guapa, por fin entro por aquí, jejejeje. Que lastima que me perdiera de la puerta, yo también sufrí con la dichosa puerta, que no se quería abrir y es que estaba haciéndolo en la dirección contraria.
Besos
Jajajajajjajaj madre mía que infiesno de puerta!!!! por favor que la cambien por una cortinita!!!!! Muakkks
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